El papá de Selma, que es pastelero, nos ha propuesto realizar un Roscón de Reyes en clase.
Primero ha ido explicando los ingredientes y los ha ido
incorporando al bol.
Los niños y niñas han podido conocer ingredientes
desconocidos por ellos, percibir los olores, observar los colores,
contar las cucharadas y las unidades de cada ingrediente, participando
así de la elaboración de la masa.
También hemos podido probar el sabor
de la fruta confitada.
Cuando la masa estaba bien mezclada ha llegado el turno de los niños y
niñas.
Mientras la masa fermentaba nos hemos lavado las manos y nos
hemos puesto un gorro de cocinero que nos habían preparado.
A
continuación cada uno ha hecho su propio roscón (y nos hemos untado un
poco de harina) que más tarde se llevarán para hornearlo en casa.
Por último cada niño se ha llevado una bolsita que incluía la receta
del roscón (incluidas las instrucciones para el horneado), la fruta
confitada y las almendras picadas para adornarlo y cómo no, el haba y la
sorpresa junto con una pequeña historia del origen de este dulce.
Muchas gracias por proponernos actividades tan enriquecedoras.
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