Para conocer los frutos que son propios del otoño de una forma más amena y participativa para los alumnos-as, pedimos a las familias que llevaran a clase unos cuantos. Desde aquí quiero agradecer su colaboración y alto grado de participación. Con todos los frutos hicimos una exposición y los colocamos en una mesa donde han permanecido a lo largo de toda la actividad.
Un día cada alumno-a presentó el fruto que había llevado a clase diciendo como se llama, de qué color es, si es duro o blando,etc. En otra actividad posterior experimentamos qué pasaba al exprimir los frutos, cuáles tenían zumo y cuáles no y basándonos en esto los clasificamos en frutos secos y carnosos. Los niños-as pegaron dibujos de estos frutos en dos cestas, una de frutos secos y otra de carnosos. Como actividad final, todos probaron todos los frutos señalando en una ficha con pegatinas los que les gustaban y los que no.
Fuimos haciendo un libro con los frutos trabajados usando distintas técnicas plásticas y al final de la actividad se lo llevaron a casa.
También hicimos una careta de castaña con pintura.